Los Ginkgos de la Gran Vía
Alrededor del Monumento a Colón, en la Plaza de Isabel La Católica, se amontonan diariamente grupos de personas para hacerse fotos a los pies de la escultura. Pocos lugares como este simbolizan el impulso que llevó a una transformación radical del mundo hasta entonces conocido. En Granada se generaron las condiciones, en parte como fruto del azar, que abrirían una etapa decisiva para la Humanidad.
Con la fascinación que provoca esa pieza de la Historia, enclavada en pleno centro de la ciudad, nadie parece mirar para atrás ni reparar en la Gran Vía, esa avenida modernista que se edificó con los beneficios que generaron las plantaciones de remolacha azucarera de la Costa, en los años sucesivos a la guerra de Cuba, a comienzos del siglo XX. Una historia de ida y vuelta.
Si los comparamos con los innumerables hitos que ha acuñado esta ciudad, desde la Granada árabe hasta la barroca, pasando por la renacentista, la modernista, la literaria, la artística (en la pintura, la escultura, el flamenco, la danza, la música) los ginkgos de la Gran Vía, plantados hace algunos años con motivo de una remodelación de las aceras y del alumbrado, parecen muy poca cosa.
Pero estos árboles milenarios que inspiraron a Goethe, con sus hojas traídas de Oriente, han dado una nueva luz a una avenida centenaria, marcando el tiempo de las estaciones, desde los brotes de la primavera hasta las desoladas ramas del invierno, pasando por el color ocre del otoño. Festejan lo que la naturaleza tiene de arte y de inspiración para el arte, que no es sino una recreación de la vida.
Si eres de esas personas que están haciendo fotos al Monumento a Colón y, cuando termines, te giras un momento y miras la Gran Vía de Granada, quizás te apetezca caminar unos pasos en esa dirección. A la izquierda verás enseguida la Capilla Real (pero antes, a la derecha, no te pierdas un helado en Los Italianos, lo agradecerás). Un poco más adelante, también a la izquierda, una parte de la Catedral es visible.
Si sigues andando, encontrarás a la derecha el antiguo edificio del Banco de España, hoy Sede de la Fiscalía Superior de Andalucía. Finalmente, ya en la quinta calle transversal desde la Plaza de Isabel La Católica, podrás encontrar la Galería Ginkgo.